Esta tarde, en salón de mi casa, mi hermano ha protagonizado un ejercicio de clarividencia al más puro estilo "el traje nuevo del emperador". Pongámonos en situación:

Anuncio: Evax Tanga*.
Descripción: Culos de brasileñas (o culos de señoritas que se mueven como culos de brasileñas) moviéndose compulsivamente al ritmo de tam, tum, samba-samba y tal. Minishorts y minifalditas en un colorido espectáculo de cuasi ciencia-ficción.

En esas estábamos cuando mi visionario hermano ha sentenciado:
- Ese anuncio no es para tías, es para tíos.
Y yo le he preguntado, cual hábil analista de mercado:
- ¿Tú te comprarías el producto?
Y me ha dicho que sí, que así cómo no se va a comprar tres o cuatro cajas de Evax Tanga.

*La existencia del producto en sí y su necesidad es un delicado tema al que, por razones de espacio, no desgranaremos hoy. Hummm... aunque quizás se merezca hasta weblog propio, quién sabe...